¿Qué se entiende por articulación? |
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Creencias y supuestos
En articulación tiene que ver con lo que “no es la articulación”. Pensar en ello, permitirá avanzar sobre las ideas técnicas basadas en cuerpos sólidos y conceptos que garantizan hechos y propuestas.
Mitos y rituales acerca de la articulación
Articulación de grado a grado
Hablamos de articulación al hablar de unir, enlazar, dar continuidad a un proceso que comienza con un sistema educativo desde niños, pero también debemos considerar el foco en lo que cada uno de los niveles tienen de diferentes. Además, existen factores que afectan en su variación: según los contextos, la experiencia de los actores educativos, los recursos disponibles, las tradiciones de las instituciones, los momentos históricos y la propia historia de los niveles. Articular de grado a grado plantea la necesidad de los saberes previos para lograr la continuidad de los alumnos en el proceso educativo.
Por eso tenemos que ser consciente de lo que cada grado implica; saber llevar a cabo la complejidad de contenidos, nuevas y diferentes propuestas de enseñanza, nuevos conceptos, procedimientos y hábitos particulares.
Para fortalecer la continuidad cuando se pasa de un año lectivo al siguiente, es fundamental que los docentes trabajen juntos y compartan información completa y significativa. Para ello, el trabajo colaborativo es clave.
En la idea de continuidad del aprendizaje es en donde radica el verdadero sentido de la articulación.
Percepciones de los alumnos sobre la transición-
Juan Cassasus (2007) plantea justamente que la enseñanza no es una técnica, sino una relación, y que el aprendizaje ocurre en esa relación.
Es valioso conocer las concepciones que los alumnos tienen sobre el pasaje a la escuela primaria, darles un espacio para escucharlos y responder a sus dudas. Saber qué piensan ellos o qué esperan que suceda en esta transición permite a las instituciones primarias prepararse mejor para recibirlos y a los jardines, por su parte, responder con antelación a muchas de sus inquietudes.
Aprender con otros
El trabajo cooperativo favorece una variedad de habilidades sociales como la comunicación, la resolución de conflictos, el establecimiento de acuerdos y reglas, la regulación de las emociones, entre otras. Según Robert Slavin (1999), “En las aulas cooperativas se espera que los alumnos se ayuden, que discutan con sus compañeros, que evalúen lo que saben los demás y los ayuden a superar sus problemas de comprensión”.
El docente tiene un rol clave como mediador en la generación del conocimiento y en el desarrollo de habilidades sociales de los alumnos. Mientras los alumnos trabajan en grupo, observará las interacciones que se generan y promoverá la participación de los niños, quienes expresando sus opiniones, explicando sus ideas, planteando soluciones, irán afirmando sus capacidades de expresarse, de escuchar y de argumentar.
Si la interacción con los otros es fuente, situación y objeto de conocimiento, la organización por parte de los docentes de la interacción entre los alumnos se revela imprescindible para lograr que los conocimientos escolares se hagan cada vez más explícitos y compartidos.
EL ROL DEL DOCENTE
Como vienen proponiendo Stenhouse y Schön (1998) desde hace muchos años, se evidencia la necesidad de contar con docentes reflexivos y comprometidos en poner sistemáticamente en cuestión la enseñanza impartida a partir del análisis de la práctica y proponer nuevas formas de pensar y de enseñar. De esta manera, se generará un clima de trabajo positivo, con vínculos de confianza y en función de un objetivo común: la formación integral de los alumnos. De lo contrario, si no se adopta un trabajo cooperativo en el equipo docente, es probable que cada maestro trabaje en forma aislada y competitiva, perdiéndose el saber colectivo y desdibujándose los esfuerzos individuales.
El docente como mediador y facilitador en la articulación debe: |
*Promover la formación integral de los alumnos a través de la enseñanza de contenidos curriculares y el despliegue de las habilidades de pensamiento. *Favorecer el desarrollo de la dimensión emocional a partir del conocimiento de sí mismos y los vínculos con los demás. *Tener una actitud de empatía y ayuda a través de la escucha, el respeto, el interés y la confianza. De esa manera,propiciará la motivación personal, el rendimiento académico, las relaciones sociales y la organización y el orden necesarios para un buen aprendizaje dentro de la sala/aula. *Retomar de los alumnos sus saberes previos y anticipar las variantes del funcionamiento institucional del nuevo nivel como puede ser el uso de los tiempos y espacios, las diferentes actividades, la tarea, etcétera. * Generar otros espacios de intercambio en los que conversen sobre sus juegos y actividades favoritas y partiendo del aporte de cada uno de ellos elaboren. * Reforzar los vínculos afectivos del alumno, tanto en relación con el grupo de pares como con los adultos. Respecto de los primeros, es importante que el docente ayude a los alumnos a establecer buenas relaciones con los demás y que promueva su sentido de pertenencia, apoyándose en la concepción de construir con otros, no solo en lo referido a los contenidos escolares, sino también lo propio de la cultura institucional (reglas, códigos y pautas). *Actuar como facilitador de las relaciones entre los alumnos, colaborando con la construcción conjunta y activa de los procesos que contribuyan en la resolución de los conflictos. * Dar a conocer a los alumnos lo que se espera de ellos, en relación con la participación, interés, actitud hacia el aprendizaje, comprensión y construcción de pautas de convivencia.Las expectativas del docente influyen en el aprendizaje de los alumnos; por ello es importante que sean positivas, confiando en sus posibilidades y fortalezas, apuntalando y promoviendo sus aprendizajes y creyendo en sus posibilidades de progresar.
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Organización y Propuesta de ambos niveles
La organización y las propuestas de ambos niveles, se diferencian y tienen una identidad peculiar, por esto es importante alejarnos de las competencias entre la Educación Inicial y la Educación Primaria y reconocer las fortalezas y debilidades de cada una, esto favorecerá mutuamente a los dos niveles complementando y sosteniendo las trayectorias escolares basadas en una continuidad que implica a su vez diferencias y peculiaridades que posibilitarán el enriquecimiento como Unidad pedagógica.
Matemática y Lengua como ejes transversales en la articulación
Los niños que finalizan el nivel inicial poseen determinadas concepciones de números, del espacio, y de las magnitudes físicas desarrolladas por el medio escolar y social, manifestándose a través de la resolución de conflictos y situaciones a la que se enfrentan a diario. Sus producciones dan cuenta de sus conocimientos y deben ser considerados ya que el niño está construyendo sus saberes en forma paulatina, gradual hasta sistematizarlos e incorporarlos durante su etapa de escolaridad primaria.
Aprender Matemática a partir de la resolución de problemas permite que los alumnos construyan el sentido de los conocimientos matemáticos y la reflexión alrededor de los mismos colabora su desarrollo individual y social. Si la resolución de problemas en las aulas da la posibilidad de probar, argumentar, discutir, verificar, tratar de convencer y aceptar otras soluciones, se está trabajando para la consecución de los objetivos planteados.
Un aspecto central en la articulación entre Nivel Inicial y Primario, lo constituye la alfabetización, ya que es el eje vertebrador que articula el conjunto de las dimensiones del desarrollo infantil y permite que pueda proyectarse a seguir aprendiendo a lo largo de toda su escolaridad y más allá de la escuela, a lo largo de toda su vida. Desde el Nivel Inicial, la alfabetización está entendida como un proceso complejo y multidimensional tendiente al aprendizaje de una lengua completa que es la lengua escrita, proceso que se pone en acción cuando los chicos participan de manera cotidiana de situaciones valiosas donde hacen uso de la lengua oral, la escritura y la lectura.
El rol de la familia.
La transición no es solo de los niños, sino también de las familias. Las familias y la comunidad en general enmarcan y contextualizan la experiencia educativa de los niños durante toda la trayectoria escolar y fundamentalmente en los primeros niveles, el inicial y el primario.
Es preciso que la escuela esté abierta a las familias, de tal manera que trabajen conjuntamente en la educación de los niños. Dicha apertura se construye, y es la escuela quien origina y concreta la propuesta para elaborar un acuerdo con las familias donde se establecen pautas y criterios comunes en las acciones que se desplegarán en el ámbito escolar —el reglamento institucional— y que es preciso que todos respeten y cumplan.
Para ello, es importante que se establezca una alianza entre ambos ámbitos, escuela y familia, donde se sientan parte, se apoyen y se acompañen mutuamente. “La necesidad de generar acuerdos, pautas comunes, conductas esperables son activos que hemos perdido y pareciera que necesitamos recuperar” (Iaies, 2015).
Es necesario que la escuela establezca un vínculo positivo y respetuoso con las familias, de tal manera que puedan ayudar y acompañar en el cuidado y la educación de sus hijos, que se comprometan con su educación, favoreciendo de esta manera su rendimiento escolar y su desarrollo integral. Por consiguiente, es esperable lograr un punto de encuentro entre ambas instituciones que mantenga la especificidad y responsabilidad que corresponde a cada una. Concretamente, la escuela no solo informará a las familias sobre el rendimiento de los alumnos, sino también escuchará sus solicitudes, demandas, intereses y preocupaciones.
Por otra parte, será oportuno que la institución escolar explicite lo que espera de la familia en las cuestiones referidas al acompañamiento pedagógico (tareas escolares, hábitos de estudio, etcétera). En correspondencia con esto, Anijovich (2015) sostiene que los padres tienen que estar implicados en las tareas escolares de sus hijos desde un lugar de acompañamiento, ayudándolos a organizarse y procurando “generar en casa las condiciones para estudiar”.
La alianza entre escuela y familia, y los vínculos que se establezcan entre ellas son imprescindibles ya que, los cambios que se producen en el pasaje de la Educación Inicial a la Educación Primaria, plantean siempre incertidumbres y dudas alrededor de múltiples aspectos. Generalmente la preocupación mayor se centra en la naturaleza de la propuesta que cada nivel ofrece sus modalidades y la posibilidad de adaptación de los niños a la complejidad de los conocimientos que se brindan en el nivel siguiente en el que se suman además las exigencias de promoción, ante esto aparecen signos de ansiedad, preocupación y expectativa en las familias.
En este sentido la escuela puede acompañar a las familias a través de actitudes y expectativas positivas sobre
ellos, comprendiendo el pasaje o transición como una oportunidad para cumplir con las aspiraciones y de todas las personas involucradas.
Las aulas como ambientes enriquecedores
El ambiente escolar, más precisamente el de la sala/aula, supone una determinada organización del mobiliario, disposición de los materiales, utilización de las carteleras y su contenido, elementos que aportan información y permiten al niño anticiparse en cierta forma a lo que allí sucederá y lo que se espera de él. El docente generará oportunidades para el armado y uso de los diferentes materiales. Considerando el perfil de los alumnos, el docente podrá planificar y organizar el ambiente junto con ellos, en una construcción colectiva que irá cambiando y se irá enriqueciendo con el aporte que realicen los niños, de tal manera que se faciliten las posibilidades de experimentar y de aprender.
En muchas ocasiones encontramos discontinuidades en la organización de los espacios escolares de Nivel Inicial y de Nivel Primario. En el Nivel Inicial, en general, podemos encontrar mesas y sillas agrupadas, lo que favorece el intercambio entre los alumnos; mientras que al llegar a primer grado se suelen disponer alineadas y orientadas hacia el frente, donde se ubica el docente y el pizarrón. Lo esperable es que los docentes de ambos niveles dispongan flexiblemente del mobiliario de las salas/aulas, para ajustarlos a las propuestas, y que alternen diferentes modalidades de organización, de tal manera que se ajusten a la actividad por realizar.
Se conocen que ambos niveles tienen rasgos diferentes, entre ellas:
- Organización de espacios y tiempos,
- Diferencia entre juego y trabajo,
- Los recursos didácticos,
- La presencia de alumnos en el aula,
- Las rutinas diarias.
Los niños tienen que estar inmersos en un contexto de escrituras, saber qué dicen y para qué sirven, poder usarlas como fuentes de información seguras para recurrir a ellas o evocarlas a la hora de escribir. Se trata de construir un “ambiente alfabetizador”.
El uso social de los mismos, y en particular del calendario, les da la posibilidad a los alumnos de participar en la construcción temporal, conocer la función de los números de indicar fechas, así como de variadas situaciones de lectura y escritura. Se sugiere utilizarlos para registrar los eventos destacados, las actividades a cargo de los profesores especiales, las visitas a lugares de interés, los cumpleaños de cada alumno. Estas propuestas promueven que los niños lean y escriban con claros propósitos comunicativos.
Respecto del espacio destinado a la biblioteca, en el Nivel Inicial muchas veces se ubica dentro de la sala, lo cual favorece el acceso de los niños a los libros en los momentos que los requieran con una diversidad de propósitos: revivir las emociones que despierta una imagen, expresar sus preferencias, recomendar lecturas espontáneamente, entre otros. Para que esto suceda, se requiere que los libros estén en manos de los niños y que el maestro propicie espacios de reencuentro con ellos.Lo esperable es que la disposición del ambiente promueva el rol activo del niño, generando una actitud independiente hacia la tarea por realizar.
Por su parte, el alumno, además de estar inmerso en un ambiente con portadores de texto e ilustraciones diversas, cuando aún no está alfabetizado utiliza el dibujo en sus producciones escritas como una de las formas de comunicarse. El dibujo también le permitirá anticipar el contenido de un texto y a través de diversos interrogantes realizados por la docente el alumno podrá prever de qué se trata y cuál será su contenido. Tal como lo plantea Teubal (2014, p. 53), “Los dibujos que acompañan textos pueden constituir un soporte para auxiliar a los niños en el proceso de construcción del conocimiento de la escritura”.
El sentido de la articulación en tiempos de Covid
PROGRAMA DE TV "PH" PODEMOS HABLAR
https://www.youtube.com/watch?v=aXaeANkkIoo&feature=youtu.be
Bibliografía
- Aires, M. d. (2016). Articulación entre el nivel inicial y el nivel primario. Obtenido de https://www.buenosaires.gob.ar/sites/gcaba/files/articulacion_entre_el_nivel__inicial_y_el__primario.pdf
- Azzerboni, D. (2005). Articulación entre niveles- De la educación infantil a la escuela primaria. Buenos Aires: Ediciones Novedades Educativas.
- Azzerboni, D. (15 de julio de 2020). El sentido de la articulación en tiempos de COVID-19.
https://www.soydocente.com.ar/2020/07/15/delia-azzerboni-el-sentido-de-la-articulacion-en-tiempos-de-covid-19/
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