Trayecto Pedagógico Universitario
MÓDULO V: “Diseño, Práctica y
Reflexión de la Enseñanza”
Profesora Lic. Esp. Adriana Irene Ferraris
Dictado
con modalidad a distancia entre 15 de Mayo al 26 de Junio de 2020 (en Contexto de emergencia Sanitaria)
TRABAJO FINAL DEL
MÓDULO 5 DEL TRAYECTO PEDAGÓGICO
PARTICIPANTES: EMILIA
ROBLES Y VIVIANA BOGNAR
NUESTRAS PRÁCTICAS DE ENSEÑANZA EN LA VIRTUALIDAD
Buscamos palabras
claves, disparadores y conceptos que nos dejaron la participación, la lectura y
el intercambio a lo largo de este módulo.
En un segundo momento
nos centramos en los problemas de las prácticas de la enseñanza en la
virtualidad y seleccionamos cuatros palabras claves.
Comenzamos a enhebrar y
entrelazar estas ideas, conceptos y palabras para formularnos preguntas y
certezas.
LLUVIA DE PALABRAS
Diálogo – Mirada – Intercambio –
Revisión – Mediaciones – Encuentro – Trabajo con otro – Observación – Reflexión
– Autoevaluación – Coevaluación – Cambio – Ruptura – Enseñanza – Aprendizaje –
Consignas – Búsqueda – Preguntas – Distancia – Cercanía – Proximidad – Certezas
PALABRAS CLAVE
Cuerpo – Respiración – Voz –
Emoción
DEFINICIONES
DESPUÉS DEL INTERCAMBIO DE IDEAS Y BIBLIOGRAFÍA
DIÁLOGO: “…El
lenguaje de la enseñanza es básicamente de carácter discursivo, ya que apela a
la palabra oral y escrita, transpone en símbolos lingüísticos los hechos de la
cultura para poder así resolver la transmisión de los mismos. El discurso que
se constituye en el aula en el proceso de transmisión de saber es caracterizado
por varios autores como “discurso académico”…” (Edelstein, Salit y otros).
Este discurso académico está en nuestras asignaturas regido en gran parte por
la palabra oral y el lenguaje del cuerpo. ¿Cómo dialogamos desde el cuerpo y la
palabra oral cuando media una pantalla, un micrófono?
MIRADA/OBSERVACIÓN: la mirada me permite observar. “…La observación es un proceso que
precisa atención voluntaria y selectiva en función del objetivo que se quiere
lograr…” (De Ketele, 1984)
Desde luego, educo la mirada para “… poder identificar lo particular, lo concreto, lo diferente y único…
El ejercicio requiere activar la capacidad de observación, discriminación,
interpretación y análisis sobre fenómenos, objetos, sujetos, comportamientos,
procesos y realidades que se muestran en el pasear de la calle y los entornos
asociados.” (Martínez Bonafé, 2013)
¿Qué puedo observar de mi alumno virtual? ¿Cómo
identifico lo particular, lo diferente y único de su cuerpo y su voz?
ENCUENTRO E INTERCAMBIO: “…La enseñanza a distancia de materias que necesiten un
aprendizaje y adquisición de habilidades motrices y sensaciones físicas siempre
va a presentar un problema básico: la ausencia de contacto físico entre el
profesor y el estudiante. La incorporación de una nueva postura o una nueva
habilidad técnica conlleva un ajuste físico del cuerpo, con su correspondiente
tensión y compensación muscular (…) En una clase presencial, el estudiante
recibe información que no puede ser obtenida de otra forma: la sensación de
peso en los movimientos o el grado de tensión muscular al realizar un
determinado movimiento no puede ser percibido a través de una cámara de
video…”
En el hecho educativo hay algunos irremplazables: la percepción
corporal, aún cuando existan hologramas, no podemos recrear el cuerpo del otro,
su presencia, su respiración. Una voz cuya onda sonora es recortada, sin color,
sin timbre; una cara en primer plano, sin cuerpo; un cuerpo sentado, quieto.
El encuentro y el intercambio de prácticas de
enseñanza con los compañeros del Trayecto fueron posibles, y podemos traer la
palabra deseo. “…Es ese saber
profesional docente que hace que los aprendices corran, movidos por los
invisibles hilos del deseo, hacia las puertas del aula. Es saber reconocer al
otro, otorgarle autoridad y facilitar que, a pesar de la estatura, las miradas
tengan una relación horizontal. Es a su vez un saber profesional animado por un
optimismo apasionado hacia los procesos de crecimiento y maduración de los
seres humanos (Jaume Martínez Bonafé, 2013).
TRABAJO CON OTRO: Pensar y reconocer al otro (docente/estudiante) teniendo en cuenta
que la construcción de nuevo conocimiento, se genera a partir del intercambio
en un tiempo / espacio y que se construye en el aquí y ahora de ese encuentro.
En la práctica docente virtual, nos distanciamos
del cuerpo y la emoción. Y el intercambio se realiza por otros caminos, menos
transitados, por descubrir. Así pudimos retroalimentarnos!
AUTOEVALUACIÓN/COEVALUACIÓN: Las evaluaciones alternativas nos plantean
“…una manera de poner en sus manos (de los estudiantes)
herramientas conceptuales de trabajo que les permiten la asunción del papel de
aprendices autónomos, reflexivos y eficaces, (…) Exige de los alumnos un
tiempo más prolongado para la elaboración de las respuestas que en el enfoque
tradicional de la evaluación… ” (Anijovich, 2004). El estudiante
podrá registrar sus cambios corporales, sonoros, vivenciales para ir
comprendiendo el camino transitado, aún cuando el docente no tenga la proximidad
necesaria.
La coevaluación, tal
como lo expresa en el mismo texto Anijovich “... Cuando los alumnos utilizan
de manera habitual estos procedimientos de evaluación aprenden la importancia
de destacar los aspectos positivos y no sólo los negativos del trabajo de sus
compañeros, el valor de la ayuda y del trabajo en común, y a valorar el error
como un paso necesario en el aprendizaje…”. Esta práctica posibilita que los estudiantes establezcan nuevos
vínculos y se refuercen los valores éticos del respeto por la producción propia
y ajena.
CAMBIO:
¿Todo cambió? ¿Nada cambió? ¿Cambiaron nuestras prácticas de enseñanza? Previo al contexto de la pandemia, podíamos encontrarnos cara
a cara en las aulas y aun así, mantener una distancia más que literal con los estudiantes,
lo cual nos hace pensar en lo relativo de las posiciones y relaciones áulicas: “… oscilamos entre dos posiciones, la de una
gran proximidad, participación y comunicación con el otro, y la de una gran
lejanía, que se traduce en indiferencia, y pasamos de una a otra cuando no
tenemos las herramientas adecuadas para orientarnos”. (CIFALI, M. La formación profesional del maestro.
Estrategias y competencias. Cap.
VI Enfoque clínico, formación y escritura, Fondo de cultura económica). Esto
nos lleva a pensar en dos elementos determinantes para mantener el proceso de
enseñanza y aprendizaje en esta virtualidad forzada o en la futura bimodalidad,
estos son la participación y la comunicación, y agregamos a éstos, la
retroalimentación o también llamado feedback. No se trata solamente de
proponer temas, saberes, conceptos a desarrollar, sino también hacer un
seguimiento de cómo el alumno logra apropiarse de ellos.
¿Cómo lo hacemos a través de la cámara? No encontramos el cuerpo ni la voz del otro en el silencio y
el vacío del espacio desde el cual elaboramos y desarrollamos la clase virtual.
Daniel Brailovsky, reconocido pedagogo y profesor, propone “…humanizar
las TIC a través del relato personal, sensible; conversando, preguntando; como
una forma de amenizar esta virtualización forzada…” ( Brailovsky, D. “Caer” en la educación virtual. https://panorama.oei.org.ar/caer-en-la-educacion-virtual/)
CONSIGNAS: Y descubrimos que nos faltaban las consignas
cuando realizamos el trabajo de Retroalimentación! Ya no son verbales, sólo
media el texto escrito que “… se puede
comprender mejor y con mayor velocidad que al escucharlo en forma oral; el
lector puede utilizarlo cuando quiere, concentrarse en cualquier parte del
mismo, volver sobre lo leído, darse tiempo para cuestionar, acceder a temas de
su particular interés, rechazar críticamente el texto, ya sea por su contenido
o por su forma, acceder a contenidos psicológicos, filosóficos, que se reflejan
en la imagen visual y son difíciles de desarrollar en la lengua oral sin apoyo
de la escritura (…) Braslavsky (2005). Por otra parte “… las consignas de trabajo deben explicitar con claridad y precisión,
estimulando permanentemente el desarrollo de la autonomía, aquello que el
estudiante tiene que aprender; deben, además, posibilitar que el estudiante
evidencie lo que aprendió y que tome decisiones. Ni una hoja en blanco con tema
libre ni una lista de instrucciones cerradas…”
BÚSQUEDA: La abrupta
llegada de la virtualidad a nuestras prácticas de enseñanza, derivó en la
búsqueda de nuevas maneras de conocer a nuestros estudiantes, de nuevas
modalidades de enseñar, de recursos y soportes tecnológicos desconocidos,
una búsqueda vertiginosa, guiados tal vez por “locura necesaria” a la cual se
refiere Merieu ¿Seguiremos buscando?
EMOCIÓN: “La reconstrucción del
conocimiento profesional práctico requiere de la voluntad de la crisis y del
reconocimiento de que otra pedagogía es posible”.(Martínez Bonafé, p. 102)
Es una
ardua tarea la que tiene un docente comprometido con las necesidades actuales
que pareciera nunca terminar, enredada en una cadena de exigencias sostenidas
por la afirmación “El año no se pierde”. ¿Existe lugar para la emoción? ¿Hay
espacio para la crisis, la angustia, el desconcierto? ¿Permiten las prácticas
educativas virtuales espacio para el sentir de docentes y estudiantes? Sin
dudas estos nuevos espacios áulicos generan incertidumbre, pero también nos
encontramos frente a la posibilidad de la reconfiguración del aparato
educativo, que sin duda, debe proporcionar límites y espacios para el
intercambio de nuestra humanidad. No somos máquinas, aunque éstas estén
mediando en el encuentro, las reglas son establecidas por las personas que lo
viven y transitan.
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